domingo, 1 de agosto de 2010

PEQUEÑOS CANTARES SOBRE DONDE PISARON MIS LIGEROS PIES





Cuando se oculta el Sol y es fiesta


A R.C.V.

Un septiembre del 2006,
A escasas tardes de una primavera dulce.


“¡Vamos princesa!, tú puedes, ¡adelante!” comencé a alentar con toda mis energías a mi princesa, mientras todos gritaban animando orgullosamente a todo el equipo que jugaba una de las jornadas mas importantes de las olimpiadas universitarias; en la cancha, se desenvolvían dos equipos de extraordinaria habilidad y así, todos corrían con bastante celeridad y destreza en busca de una gloria mayor. El fútbol, es un deporte que apasiona a todos, y más, si las que juegan son mujeres, siempre desde que vi que ellas jugaban, pude cerciorarme de que se aglomeraban bastantes espectadores, y claro que si, por que es tan interesante, tan delicados los movimientos que ellas realizan, además se celebra mas un juego especial de ellas, en cambio en los varones muchas veces pasa desapercibido por ser tan común.

Nosotros somos de la facultad de Derecho y amamos a eternidad nuestra escuela, y hoy mas que nunca, hemos venido a alentar nuestro equipo, jugamos nuestro partido decisivo, y hoy nos representan nuestras compañeras para darle mayor gloria a nuestra magnificencia, y claro, ahí esta mi princesa, tan bella, tan sublime, tan ágil, y yo mas preparado aun, comienzo a darle mas ánimos desde los peldaños de la tribuna. Todos gritan, todos saltan, chillan, chispean, murmuran, Ah, y nuestra bandera que nos glorifica, ah, mira como serpentea nuestra bandera, gloriosa bandera, que nos das mayores bríos, bendita bandera; sigue, sigue, lleva nuestro clamor hasta el cielo.

Y los platillos, y los bombos, y las bocinas, como nos acompañan en nuestro canto, ¡que cantos! Cuanta fiesta, cuanta alegría, que efervescencia nos llena hoy nuestro deporte, y tú, bendita dama que me deleitas con tu juego, que maravillosamente juegas, sigue, adelante, no retrocedas; si, te amo corazón, sigue.

El otro equipo que tiene el privilegio de enfrentarnos son los ingenieros, ¡ah, ingenieros!, como es posible que tenéis la osadía de enfrentarnos a nosotros, hay pobre de vosotros, mira, mira; ¿no ves la cantidad inmensa que somos?;… y no ves como juegan nuestras damas?.

¡Alienta!... ¡alienta! barra mía, adelante Tiffys, Barny, Billy,… alentad con todo vuestros bríos,….vamos cantad! alentad!!!


¡Señores!... ¡señores!
Señores yo soy de Derecho y tengo aguante
¡¡¡Aguante!!!...
Yo paro con esta hinchada por todas partes
¡¡¡Partes!!!
Derecho es un sentimiento,
Que llevo en el corazón,
Daría toda mi vida por ser campeón
Dale campeon…Dale campeon
Dale campeon ...

Mientras tanto, ahí en el escenario, nuestras muchachas queman sus últimos cartuchos, ellas corren, quitan el balón, patean, hacen jugadas bonitas, y mi princesa, como lo amo; ella saca el balón, entrega el balón, recibe el balón, patea el balón, y gol , no, parecía gol, pronto llegara el gol, corre princesa mía, corre. Y mientras tanto nuestra barra sigue con sus cánticos, sus olés, sus gritos, sus imprecaciones, ah, barra bendita, barra gloriosa, así, llena nuestro cielo con tu canto.

Vamos derecho,
Que tenemos que ganar
Que la hinchada no te deja de alentar
Vamos derecho….

Gol. Si, gracias equipo divino, ¡griten camaradas!, miren como festejan ellas, griten hasta que nuestras almas se confundan. Y ellos gritaron, gritamos todos juntos, festejamos todos juntos, unos se abrazaban, otros saltaban, y yo quería bajar a darle un beso a mi princesa, mi dulce princesa, cuanto te quiero princesa.

Y el sol. Que empezaba a declinar sobre el horizonte, nos cubría con sus dorados rayos, dándonos mayores alientos. Sigue así sol divino, sol luminoso, llénanos de gloria, no permitas que nuestros laureles que ganamos sucumban.

Divino Sol; solo tu fuiste testigo de cuando llego hasta tu alma el fragor del silbato final, ahora pues, mira como los ingenieros se mecen y tratan de lanzarnos ultrajes; Divino Sol, que pronto descansaras en lejano horizonte rojo, sed pues testigo de las ignominiosas palabras que nos lanzan esos ingenieros, ¡ah, insensatos!, ay de ellos si se atreven a venir a nuestros dominios, vamos, ¡no perdáis vuestro brío gloriosa barra, eterna hinchada!

“¿donde estas princesa?” trato de ubicarte para correr para tu protección, ya que a mitad del escenario han desbordado desde las tribunas toda la turba enardecida producto de la derrota sufrida ante nuestro glorioso equipo, y no estas princesa, ay de mi, que desesperación… ¡Oh, bendita flor! regalo de dioses, estas acá, juntos a todas ellas, cuan magnánimas, cuanto esmero habéis mostrado,…¡proteged a nuestras heroínas muchachos!

¡Ahora si!...!barra valerosa!, no esperéis que los ingenieros traten de mancillar nuestra honra,… ¡avancen!... ¡avancen!, y, como cuando el río invade las chacras en épocas de lluvia, así comenzamos a invadir el terreno de juego para aplastar a aquellos que osaron en lazarnos injurias, mientras la reserva detrás cantaba con todo su vigor, enaltecidos por la forma como se mecía nuestra bandera y soliviantados por la forma como nos desbordamos ante los ingenieros, ah, sigue así hinchada querida, hónranos con tu canto, y ellos a toda voz cantaron:

“Cuadre quien le cuadre,
Derecho siempre será su padre”
“Cuadre quien le cuadre,
Derecho siempre será su padre”

Y empezó nuestra trifulca, y, como volaron botellas y piedras por los aires, como unos perplejos por la confusión retrocedieron, y, como otros prorrumpieron en ensordecedores gritos, ah, ¿Y Cuántos fueron los que cayeron abatidos por nuestra arrasador acometida?, así, empezamos a batirnos, como dignos defensores de nuestra gloria, esto jamás hubiera terminado, si no hubiese sido por las autoridades del evento que, amedrentados por consecuencias terribles empezaron a instarnos a calmar la riña, y así, como cuando las nubes se disipan en el cielo, así procedimos a retirarnos cado uno a nuestras respectivas tribunas, así termino nuestra jornada deportiva. Así procedimos a retirarnos; cantando, gritando, protegiendo a nuestra bandera, y claro resguardando también a las que hoy nos entregaron todo su esfuerzo, así hoy vivimos nuestra vida universitaria, así defendimos lo que nos es licito, así llegamos hasta nuestra escuela en medio de la admiración y saludos, y por ultimo, así vinieron las hurras por nosotros. Por nosotros dulce princesa.

Jhonnatan Mejia
HdS

Entrada a Setiembre


Hoy te vi más hermosa, no sé qué me pasa, es setiembre, mes del arco iris, y porque setiembre siempre es bonito. Hoy me impacto tu voz, tu ternura, tus afanes, tu luz, indescriptible de veras.

Hoy tuve una caminata larga, hora y medio por las calles de la ciudad de Lima, rumbo a la universidad, es que el bus de San Marcos (el burro) me dejo, desgraciado burro, ni siquiera intento recogerme, se paso de frente, a velocidad mañosa. Me dolían mis pies al llegar a la universidad, mis cabellos desordenados, mis zapatos mojados, mis cachetes calientes, con la respiración casi agitada, pero más eran las ansias por presenciar tu exposición, y es que hoy salías al escenario, ibas hablar no sé de qué cosas, pero me gusta escucharte, tu voz es atrapante, corre como el agua sobre un pétalo; y es que también las jornadas de exposición del curso de Realidad Nacional se han puesto interesante, se hablan de variados temas, de lugares turísticos, de productos banderas, de platos típicos, de animales oriundos, hasta traen mascotas y peluches, lo desfilan por el estrado, y además hay mucha comida, papas, panes, juanes, bocaditos, truchas, algunas de ellas no llego a probarlos; traen incluso licores, primero empezaron con bebidas simples, luego trajeron chicha, después un combinado, con el supuesto hecho de que eso usaban los chamanes o sacerdotes en sus rituales, hasta invocan a sus dioses en la escena, quedo turbado, confundido por el teatro, se sirven, agrandan sus ojos, y zas se lo toman, quedo turbado. Últimamente han mejorado las cosas, traen Pisco, Wisky o algún licor con etiqueta confiable, incluso ahí los preparan mismos químicos, sirven en un vaso como grandes maestros, y se lo entregan al jurado o jurada, pobrecillos digo, creo que nunca tomaron, pero hasta la doctora le entra a la escena, para no dejar en suspenso sirven también a los demás, definitivamente las cosas últimamente han mejorado; y, para cerrar con broche de oro; bailan en la plazoleta de la exposición, lucen brillosos trajes, lustrosos atavíos, hacen de incas o de chamanes o de ñustas, una vueltecita y listo. Y empezó tu exposición...
Y empezó tu exposición, un estremecimiento recorrió mis sentidos, estabas más bella que todos estos días, tu larga cabellera caía en un desorden que te hacía más hermosa, tu voz casi de niña cuajaba el ambiente en un grato silencio, algunos paisajes florecían en las diapositivas que recorrían el hilo de tus palabras, te miraba atonito como alabarte desde mi asiento, luego vinieron mas escenas, cuanto termino la exposición retumbo el aula en sendos aplausos.

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