Un día alguien me dijo que la música era la medicina del alma, estuvo en lo cierto…hoy comprendo que la música puede ser de mucha utilidad en la vida del hombre, comprendo también que la música puede llevarnos por caminos inimaginablemente bellos, así como arrojarnos a precipicios infinitamente tortuosos. Entonces, en mi curiosidad por saber que músicas se encargaban de iluminar mis días, me quede tan sorprendido y decepcionado a la puerta de mi descubrimiento, pues estaba tan alejado del mundo de la música luminosa y bella, y me encontraba cubierto de música mundana que nada bien hacia a mi alma. Descubrí que desconocía el hilo de los sonidos armoniosos, descubrí que solamente estaba escuchando una música que me llenaba de melancolía, o que otras veces me inducía a bailar y bailar y seguir bailando, y a la vez llevar a mi sentidos a un acto de paroxismo, lo cual causaba en mi una adicción casi inmediata, pues en mis días posteriores me invadían unas inmensas ganas de repetir los hechos una y otra vez y salir de casa con ansias e invadir las llamados salones de bailes, así como las principales discotecas de la ciudad…
