sábado, 4 de junio de 2011

Setiembre


ENTRADA A SETIEMBRE

Hoy te vi más hermosa, no sé qué me pasa, es setiembre, mes del arco iris, y porque setiembre siempre es bonito. 
Hoy me impacto tu voz, tu ternura, tus afanes, tu luz, 
indescriptible de veras. Indescriptible.

Hoy tuve una caminata larga, hora y media por las calles de la ciudad de Lima, rumbo a la universidad, y es que el bus de San Marcos (y que cariñosamente en la universidad le llamamos el “burro”) me dejó, desgraciado burro, ni siquiera intentó recogerme, se pasó de frente, a velocidad mañosa. Me dolían mis pies al llegar a la universidad, estaban mis cabellos desordenados, mis zapatos mojados, mis cachetes calientes, con la respiración semiagitada, pero más eran las ansias por presenciar tu exposición, y es que hoy salías al escenario, ibas hablar no sé de qué tantas cosas, pero me gusta escucharte, tu voz es atrapante, discurre como el agua sobre las hojas; y es que también las jornadas de exposición del curso de Realidad Nacional se han puesto interesantes, se hablan de variados temas, de lugares turísticos, de productos bandera, de platos típicos, de animales oriundos, hasta traen mascotas y peluches, los desfilan por el estrado, y además hay mucha comida, una feria en sí; papas, panes, juanes, bocaditos, trucha, algunas de ellas no llego a probarlos; traen incluso bebidas “espirituosas”. Primero empezaron con bebidas simples, luego trajeron chicha, después un “combinado”, con el supuesto hecho de que eso usaban los chamanes o sacerdotes en sus rituales; hasta invocaban a sus dioses en la escena: levantaban sus manos, la copa servida ofrecida en lo alto, unas palabra mágicas, se inclinan, como una reverencia, dan media vuelta de izquierda a derecha, agrandan un poco sus ojos, luego los cierran y zas para dentro la bebida. Últimamente las cosas han mejorado, traen Pisco, Wisky o algún licor con etiqueta confiable, incluso ahí los preparan mismos “químicos”, sirven en unos vasos como grandes maestros, recorren el auditorio y se lo entregan al jurado o jurada, ellos o ellas, casi ruborizados o perplejos, aceptan el tributo, “yo tambien” susurro, parece que nunca tomaron, rojas sonrisas alimentan nuestro suspenso, miran con sus ojos inocente a la doctora, pero hasta la doctora esta algo sonrojada , para no dejar en suspenso sirven también a los demás, definitivamente las cosas últimamente han mejorado; y, para cerrar con luz del sur o broche de oro; bailan en la plazoleta de la exposición, lucen brillosos trajes, lustrosos atavíos, hacen de incas o de chamanes, de ñustas o coyas, una vueltecita animosa y listo. Y empezó tu exposición...

Y empezó tu exposición, un estremecimiento recorrió mis sentidos, estabas más bella que todos estos días, tu larga cabellera caía en un desorden que te hacía más hermosa, tu voz casi de niña cuajaba el ambiente en un grato silencio, algunos paisajes florecían en las diapositivas que recorrían el hilo de tus palabras, te miraba fascinado como alabarte desde mi carpeta, estaba ubicado en una zona casi estratégica, luego vinieron mas escenas deleitosas y acrecentaban mis ansias de abrazarte cuando terminases. Recorrió en mi alma los lugares paradisiacos que nos mostraste, parecía que me encontraba como en una pradera frente una vista eterna, y pareciera que escuchara el bullicio de los ríos, o la suave quietud de un manantial, pasaron los minutos, y emitiste tus agradecimientos y despedida y estalló el aula en prolongados emociones y aplausos. Emocionado te reclame entre mis ansias de abrazarte, coronarte en besos, y me acerque donde tu sonrisa permanecía, te mire a los ojos, quedo helado no se cuanto tiempo mi mundo cerca de tu respiración. Y es que la mañana esta alegre, mis cachetes aun calientes, mi cabello desordenado, mis zapatos mojados, y tu sonrisa llevándose mi viento, y mis días oscilando cerca de tu infinito…


Y porque setiembre me une a ti.
El trazo de tu sonrisa dibujado en mis sueños
Y las gaviotas que te trajeron en un velero anclaron en mi pecho.
Y porque setiembre se desliza entre el azul de tus canciones que llevan a ti.

No hay comentarios: