jueves, 21 de abril de 2011

Despertar


Cruzada de la música andina

Y es que es tan llenante, tan envolvente, tan atrapante  la música andina popular, sus tonos, su melodía, su armonía, su melancolía; es para escucharla y repetirla una decena de veces y perderse entre resonancias zigzagueantes y volver al cauce del  festín musical. Es  querer más aun al mundo y a la naturaleza, a sus hojas marchitas, a sus tallos secos. Es querer a la tierra seca, a la pradera amarilla, a la flaqueza, a  la fatiga. Y es que solo en medio de la desesperanza nace lo despertante, los satisfaciente, lo reconfortante,  lo llenante…es como una anestesia a los dolores, a una medicina al alma, una panacea al desazón,  y es que solo en medio del adormecimiento surge el carrusel de los días alegres, y en medio del cansancio  emerge la  fiesta delirante, donde las manos ásperas, los cabellos desordenados, las palabras secas encuentran su nido, su cobijo, su teatro de descanso.
Y es que también con esta música se refortalece  el amor el suelo patrio, a la historia andina, a la ascendencia americana, que brilla con faro propio, con independencia, con autonomía, con resplandor.
Y es que hubo una época dorada, una historia cantada, una bandera alzada, y es que hubo también un  José María Arguedas, un Cesar Vallejo un, Ciro Alegría y hubo un grande, un valiente, un  Velazco  Alvarado, y hubo así una cadena entrante a este mundo mágico de canciones alegres que desenfrenan el alma y desbordan las risas. Se escapa por los sinsentidos nuestras emociones y nace la caricia al mundo, y nace la algarabía de las aves y la danza de los osos.
Y es que las nubes, las palomas, las gaviotas también danzan, y es que la luna, el sol y las estrellas encienden su brillo mas chispeante, y es que las hojas amarillas y los tallos  rotos  remanifiesta su sonrisa perdida en la batalla de la vida, y es que mis ansias crecen como las voces de los  cerros, los cantares de la luna, y es que lo pasado brilla en mi ojos, en mis entrañas se retuercen las ansias por rejuvenecer el mundo de la sequedad de su economicismo, de su estatismo teatral, de su estancamiento de palabras. Y es que nace la cruzada de la bandera Inkaika en las mesetas andinas, y los aplausos y gritos se desvozan en el delirio de la vida..

Después de abril

Es sábado, el día estuvo nublado. Demasiados carros y un sinfín de luces titilando por las calles. Escribía para ella,…hoy, no ornamentare en nada mis escritos,…Bueno, ya no tengo mucho entusiasmo al escribirle como antes, antes  escribía con el alma para ella, ahora no...Además qué importancia tiene escribir para alguien donde las cosas están agonizando, para alguien quien piensa en otro y ama a otro y  hasta  tal vez le resulte ridículo escribirle, y si lo hago ya no es necesario entregárselos.  Cuando le escribo ya ni responde, cuando le hablo por messenger o facebook me responde después de un largo rato, y fría, sin medicina ni ansias, y se va sin despedirse, eso me lastima, va acabando con todo el cariño que le tuve, y  jamás se  preocupo por conseguir  mi numero  o por llamarme siquiera un minuto, mientras yo siempre deseaba llamarle y escuchar su voz… siquiera una sola vez al día y estar alegre saltando como un niño. Porque su voz era vida para mí, no sé si para otros será,  pero yo adoraba su voz. En otras palabras ya no le importo. Eso también hace estremecer mis  entrañas, pero el dolor es menos que antes.

La angustia de saber que no sería ella para mí ha disminuido considerablemente, el amor que le tuve empieza a eclipsar…ahora nuevas personas silencian mi alma, y todo porque?...por su indiferencia, por su descuido, porque hay personas que se preocupan, que me llaman, que me entregan su tiempo, un grano de sus  vidas a mi sonrisa. No soy santo, yo también lastime personas, hubo un caso donde casi termina en suicidio y me hizo  reflexionar profundamente. Pero también finiquite la relación en todo sus dimensiones y hoy espero que esa persona sea feliz.


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