viernes, 23 de septiembre de 2011

Adios setiembre



Se acaba setiembre, mes/día  de la juventud, mi adiós se acerca como una nube, ya el sol llega a su medio día , se acaban los mañanas  gráciles, y recuerdo como cosa de hace unos días mi niñez, cuando me encontraba jugando entre el agua, chapoteando, correteando entre el pasto como un cordero, y  bajaba de los cerros como un rayo, gritaba libremente para todas las esquinas, ensayaba la vida con mis juguetes, construía imperios con rocas que encontraba en mi paso, conquistaba reinos, tenias mis súbditos, y a veces soñaba con la gran ciudad, siendo el magnate, el Dandy, donde administraba mis bienes, era dadivoso para con mis amigos, les regalaba buses, aviones, naves, era mi mundo. pero  a veces cuando caía lluvia y el sol se ocultaba, mi dicha y esplendor se desmoronaba, caía en un silencio y a veces unas lagrimas heladas resbalaban por mis mejillas, me veía abandonado en un inmenso campo donde mi madre se encontraba a miles de kilómetros y no sabía de la existencia de mi padre, solo, con la agonía suspendida en mi pecho, apretando contra el suelo me entregaba a la noche, casi sin rumor el sueño me amantaba  sin importarme el abrigo de las sabanas, o el cuidado de mi cuerpo al calor, y amanecía y nuevamente el sol me levantaba de mi letargo, cantaba con la aves, salía corriendo donde el verde del campo fulguraba a sendero de paraíso, el frescor del cielo me inundaba de emociones que avivaban mis ganas de vivir; así fue mi niñez, mis sentimientos de esos días plateados, sentimientos que a veces cuando recuerdo una sonrisa y cierta nostalgia irrumpe mi alma.
Cielo, tierra y sol
Quedaos para conmigo siempre
Y si iros, llevadme con vosotros…

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